Capítulo 8. Esta vida, el bardo natural
Ahora llegamos a la parte más valiosa del libro
DE LA VIDA Y LA MUERTE, ¿¿De dónde viene nuestra manera de pensar, sentir y de
actuar?? Seguramente desde la gestación y la niñez se han vivido emociones
negativas y positivas que han quedado como huellas en la mente. Esas emociones
que se han repetido una y otra vez, llevan también a acciones repetidas que van
creando hábitos y tendencias hacia nuestra manera de pensar, sentir y de
actuar. Tales huellas son semillas que se manifiestan en los pensares
cotidianos y forman la base de la mente ordinaria. Esto es, los pensamientos que a diario van y
vienen ocupando nuestra mente. ¡Y qué interesante! esos pensares se forman de
energía y con esa energía, se atrae lo que deseamos. Ese es el Karma de cada
ser. Cada ser vive su vida atrayendo lo que quiere, según su propio karma. He
ahí la oportunidad de ser persona deambulante por la vida según los pensares
que se atraviesen, o convertirse en piloto de su mente para conducir su vida.
Cada ser tiene una visión del
mundo, determinada por creencias, hábitos y costumbres, esto es, su propio
karma. Y en muchos seres se ha formado una
visión del mundo común; Pero a pesar de ello, cada uno percibe los hechos de
modo diferente. Y esa capacidad de percibir los hechos y las cosas de modo
diferente, lleva a cada ser a tener y atraer su propio karma.
Es asombroso que una realidad
igual, sea percibida por cada ser de modo diferente. Y ello depende de la
visión kármica que cada uno posee. Casi todo el mundo percibe la realidad desde
su mente ordinaria, esto es, desde su propio karma. Ve la realidad desde sus
intereses materiales, económicos y limitados a esta corta existencia. Otros,
muy pocos, vamos en camino a percibir esta realidad desde la
espiritualidad-diferente de la religiosidad; pasando a otra fase de la
conciencia. Vamos en caminados a percibir esta realidad dándole más importancia
a la continuidad de la mente en las existencias futuras. Limpiar la percepción
de distractores externos y vivenciar cada hecho disfrutando en presencia y
claridad el camino hacia la tranquilidad de la mente.
Es hora entonces, de escuchar las enseñanzas del maestro, de la contemplación y reflexión y de frecuentar la meditación. Apartar de nuestra mente todos los conceptos que tengo de quién soy: títulos, logros personales, posesiones, familia; preocupaciones políticas, mi propia filosofía de la vida. Es un llamado fuerte, drástico, al despojo de la propia imagen, esto es del ego individual. No sé hasta qué punto sea posible. Un desapego posible que ya he vivenciado en parte, con efectos placenteros. Es de esperarse que, viviendo el presente en meditación frecuente, se vaya disfrutando y clarificando el sendero hacia mi sabiduría interior. Y para descubrir esa sabiduría interior, habremos de lograr el vacío de nuestra mente y escuchar cada día las enseñanzas del BUDA que cada ser es. Me asalta la duda respecto a ser mi propio maestro y la manera sencilla y persistente de descubrirlo. ¡Será posible tanta grandeza encada ser! Es como poder visualizar la grandeza de las pequeñas acciones. En algunos apartes de este escrito, expreso duda, quizá necesito reforzar cada día la práctica de escucharme, reflexionar y meditar y cuando se acerque el superarel ego, seguir practicando.