Capítulo 7. Los bardos y las otras realidades.p
Cada día y en cada momento se está ante
la oscuridad y la claridad; ante la perplejidad y la certeza; ante la posibilidad
de ver, que desde las profundidades de la mente emerge la verdad, lo que más
nos conviene. Es llegar a otro plano sutil de la conciencia, al plano de la luz,
esto es, la iluminación. A ello se llega
mediante la práctica continua y diurna de la meditación.
Así como se vivencian los bardos en
estado de vigilia, se podrían vivenciar durante el sueño. Captar el momento
entre el estar despierto y dormirse y entre dormirse y empezar a soñar y además
poder observar lo que sueña, sería entrenarse en iluminar para ver esos planos
de la conciencia.
El segundo bardo es el momento de morir y exhalar el último suspiro. Luego cada una de las funciones del cuerpo se va extinguiendo y entra la mente en el bardo del dármata y puede ver velozmente las acciones de la vida pasada o sea su karma elige a cuál reino dirigirse. Según las acciones de la vida pasada baja a los reinos infernales, o elige el bardo del devenir, esto es, el cielo o presencia iluminada de la divinidad. Estos momentos o bardos finales ocurren en segundos de tiempo y se retomarán en capítulos siguientes.
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